Fragmento:

“Santiago Dabove fue uno de los escritores argentinos más evasivos que se haya tenido registro. Curioso destino el suyo. Los años 1889 y 1951 abarcaron los de su comedida existencia, pero poco y nada ha llegado a nosotros sobre sus días, ya impúdicamente borroneados por el decurso del tiempo. Todos los manuales, diccionarios o artículos, habidos y por haber, coinciden en lo mismo: se trató de “un autor de obra breve pero decisiva en la narrativa fantástica” (Álvaro Abós), “man of one book” (Rafael Cippolini), un individuo “solitario, ajeno a la vida literaria pública” (Aira), un “original, un raro” (Enrique Fernández Latour) autor de un celebérrimo cuento archiantologado titulado “Ser polvo”; que “vivió siempre en Morón”, (Laura Malena Kornfeld). ” (…)

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Santa Fe

Iván Rosado, 2015

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